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sábado, 29 de octubre de 2011

Robando nuestra identidad

El robo de identidad se da cuando alguien nos roba información personal o datos bancarios para utilizarlo ilegalmente, ya sea gastándose nuestro dinero o haciéndose pasar nosotros en una red social.
Este tipo de delincuencia ha aumentado muchísimo en los últimos tiempos ya que la gente no tiene conocimiento de lo que se puede encontrar en internet, debido a las nuevas técnicas de engaño. Lo más valioso es el número de nuestro documento, tarjeta de crédito, de débito, cheques y cualquier otro documento que contenga nuestros datos personales.

Nunca sabemos cuando se nos puede robar la nuesrta información personal, por lo tanto, hay que cerciorarse continuamente a la hora de hacer cualquier movimiento económico o de exposición de información personal en internet, de que uno está protegido.
¿Y cómo se realizan estos robos de identidad? Existen varios métodos para obtener datos de nuestra información personal:
  • Phishing y correos falsos: esta técnica permite hacerse pasar a un atacante por una organización, banco o empresa verdaderas para obtener información que garantice acceso a algún recurso que estemos utilizando en esa organización, banco o empresa. Es la forma más extendida de robo de identidad online. El estafador, o phisher, se hace pasar por una persona o empresa de confianza en una aparente comunicación oficial electrónica, por lo común un correo electrónico, o algún sistema de mensajería instantánea.
  • Personal: cualquier persona con malas intenciones podría obtener información que escuchó o vió por nuestra parte, que le garantice acceso a algún recurso valioso.
  • Ataque organizado: cualquier hacker (o hackers) podría intentar superar la seguridad de un banco, empresa u organización para obtener información personal de los clientes para luego utilizarla y acceder a algún recurso de este banco, empresa u organización.
Ante este panorama puede ser difícil saber que hacer al verse amenzado por todos los lados, pero no es tan complicado prevenir estos robos, se pueden hacer cosas tan simples como por ejemplo:
  • Vigilar los movimientos de nuestra cuenta bancaria para identificar si existen movimientos sobre los que no tengamos conocimiento. Si no utilizamos la cuenta bancaria lo más seguro es cancelarla para evitar que pueda ser utilizada en acciones fraudulentas.
  • Verificar que el sitio en el que te encuentras esta protegido por algún protocolo de seguridad, o algo que certifique que el sitio no tiene escuchas ni recoge la informacion con fines malévolos. Un ejemplo de esto es la navegación con SSL. El SSL proporciona una red con tráfico seguro y certifica que el sitio en el que entras es auténtico. En muchas páginas web basta con poner "https" en lugar de "http". En el caso de las redes sociales, esto se pude cambiar desde las opciones para navegar de forma segura.
  • Siempre podemos recurrir a utilizar contraseñas difíciles (compuestas por mayúsculas, minúsculas, números y signos de puntuación), y distintas para cada sitio web.
  • WISeKey, presentó el otro dia una herramienta para móviles llamada WISeID Pernsonal Data Protector, que nos permite encriptar nuestros textos, incluso para las redes sociales, podiendo acceder a éstos solamente con una clave que nos abre las puertas al mensaje. Si quereís probarlo podeís hacer clic aquí:
      

    Eugenio Ponz Pelufo

domingo, 23 de octubre de 2011

Google+ y la identidad del usuario

Ya hemos hablado en el blog de varias redes sociales y su relación más directa con al identidad digital, pero aún no lo habíamos hecho de la más reciente: Google+.

Google+ quitó el cartel de beta de su nombre el 20 de septiembre y se abrió al público, pudiendo acceder a ella sin invitación tras 3 meses de pruebas. El tráfico aumentó en un 1200% lo que le otorgó el título de "la red social con el crecimiento más rápido de la historia", este dato es impresionante y se vio potenciado gracias a las buenas críticas de blogs y webs de toda la red.

Logo de Google+

El problema llegó al poco de que la red existiera en cualidad de beta, cuando se comenzaron a borrar y suspender perfiles masivamente debido a que los usuarios utilizaban un alias, o no ponían su nombre real en el perfil de usuario. Esto levantó una de las pocas críticas que se le hacían a la red, pues no era posible que no se pudiera elegir un nombre en una red social en la que tu das la información que quieres en la medida que quieres, pues es tu propia identidad la que desarrollas ahí, y no la de un dato de publicidad de Google. 

También así, se reavivaron las críticas a Google por su afán por recopilar la mayor información de su vasta red de usuarios en todos sus servicios, que no son pocos, para así poder realizar campañas de publicidad en ellos, adecuada a la identidad de cada persona.
De esta forma, si ya se disponía de un usuario de Google lo primero que se tenía que hacer era cambiar el nombre de usuario y poner el nombre real y el apellido, para poder registrarse en la red.

Todo esto cambió esta semana, cuando Google dio a conocer que admitiría los seudónimos en su red, este tipo de alias tendrían un campo específico en el perfil para rellenarlo y poder mostrarlo en lugar del nombre, el cual no se a especificado si se deberá seguir utilizando de cara al registro e identificación para Google, cosa que parece que no cambiará.

La jugada es inteligente y acalla una crítica que era muy general pero, ¿no debería Google+ permitir usar solo el seudónimo? Puede haber gente que no desee compartir su nombre real completo con nadie y utilizar aún así la red social, creándose su identidad digital a su gusto, sin tener que representar totalmente la identidad "real" en la red.

Eugenio Ponz Pelufo

viernes, 21 de octubre de 2011

Y la red creó a Lyona.

Muchos de vosotros habéis visto montones de videoclips de Mürfila, Sidonie, Lori Meyers y Los Seis Días realizados por Marta Puig pero seguro que os suena más su nombre artístico en la red: Lyona. 

Una mujer hecha a sí misma en internet por su presencia en la mayoría de redes sociales que cuentan con millones de usuarios: Podéis visitar su perfil de Facebook, de Myspace, de Fotolog, de Vimeo, de Twitter y de Flickr. Marta asegura que la creación del personaje "virtual" de Lyona se debe a que ésta actúa como máscara que esconde su parte más tímida y reservada.
Su presencia en este amplio abanico de redes se debe a que no hay campo artístico que no toque. Estudió en la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña  donde coincidió con Mar Ofila, para quien ideó sus primeros videoclips (Loko) ya que son algo que mezclan sus dos pasiones: el cine y la música. Afirma que se deja llevar por las canciones a las que les pone imagen y que intenta transmitir lo que a ella le inspiran. El resultado no se puede decir que sea malo. Veamos un ejemplo: 

La banda Love Of Lesbian conoció a Lyona tras ver en Myspace el vídeo que había hecho para Mürfila y éstos decidieron encargarle el de Universos Infinitos,  que sería el primero de tantos otros juntos. 
 No sólo realiza videoclips, como hemos comentado anteriormente, sino que también es ilustradora y se encarga del merchandising de varias bandas.   Tiene una línea de ropa y complementos donde ella es quien se encarga de los diseños. Combina su trabajo de diseñadora gráfica con el de directora de videoclips pero éste último a modo de hobby.

En el año 2006 el director de cine Eduard Cortés descubrió el trabajo de Lyona gracias a su Fotolog y sabiendo que ella había estudiado en el ESCAC decidió proponerle una colaboración en la tv movie El payaso y el Führer que ha sido galardonada en Polonia, Alaska y Brasil.
Tres años después ganó el premio FIVECC y en 2011 el Premio al Tatento Jóven de FIVA.
 Recientemente ha ilustrado el primer cuento escrito por Santi Balmés que supone el salto de la composición musical a la literaria del vocalista de LOL. Yo mataré mosntruos por ti que saldrá a la venta el 14 de noviembre.
Internet ha sido siempre su principal manera de promoción y afirma en numerosas entrevistas que ha sido una forma indispensable para contactar con su público. Además de eso considera que las redes sociales han sido un pilar básico a la hora de poder enseñar sus pequeñas creaciones y hacer que bandas y directores de cine se interesaran en ella y le propusieran trabajos que le han hecho ganar premios y una relativa fama en la red. 
En otros medios como televisión o prensa escrita su aparición es ínfima pese a que su trabajo es reconocido en la industria musical. Sin embargo, en la red, donde los contenidos pueden circular con una libertad mucho mayor ha sido capaz de hacerse un hueco y desplegar su pequeño universo.

Lucía Castillo Monteagudo

miércoles, 19 de octubre de 2011

Puestos de trabajo e identidad digital. Riesgos

No cabe duda de que las herramientas 2.0 han cambiado por completo nuestra forma de percibir el mundo que nos rodea, o al menos por la red. En la mayor parte de los casos, tanto las actividades realizadas como la forma en que uno se relaciona e interactúa con el resto han dado un giro de casi 180º. Hasta aquí todo correcto, pero ¿somos realmente conscientes de todas las repercusiones que puede tener la identidad digital en nuestra vida real, la de carne y hueso? Al parecer, no:




Un estudio reciente de la empresa de seguridad digital Proofpoint reveló que el 7% de las empresas habían despedido a algún trabajador por causa de su actividad en redes sociales. Un 20% afirmaron que habían amonestado a sus empleados por esta misma razón. En Facebook se puede encontrar un grupo denominado Fired because of Facebook ("Despedidos por culpa de Facebook") creado por Travis Megale, profesor de instituto. Él pretende que sirva para concienciar y prevenir a la gente del alto coste que pueden tener errores cometidos inconscientemente: “He visto a compañeros de trabajo publicar comentarios o fotos que si fuesen vistos por las personas equivocadas, podrían ocasionarles el despido

Las empresas están cada vez más pendientes de lo que sus empleados (o aspirantes a serlo) cuelgan en sus redes sociales. Ya sea por una fotografía inapropiada del sujeto en cuestión o por nombrar algún dato confidencial de la corporación, lo cierto es que los despidos por causas de esta índole aumentan diariamente. ¿Las razones? Imagen y reputación, generalmente, aunque también por cuestiones de seguridad, ya que aunque parezca mentira, y según otras encuestas, hay un número alarmantemente alto de trabajadores que aseguran no solo tener acceso a datos confidenciales de la empresa (algo normal, si su cargo así lo implica), sino que estarían dispuestos a utilizarlos con ánimo de lucro. Según un estudio elaborado por Joan Goodchild, editora de CSO Magazine (revista profesional en torno a la seguridad de la información), algunos de los empleados entrevistados admitieron que copiarían datos y archivos electrónicos para llevárselos consigo cuando fueran despedidos…por lo que pudiera pasar.

Los empresarios son conscientes de que esto podría llegar a ocurrir, pero aun no existe ninguna política que regule el uso de las redes sociales dentro del funcionamiento interno de la empresa. Algunos optan por bloquear el acceso a estos espacios para que sus empleados se limiten a trabajar, pero nadie puede controlar lo que hacen éstos al llegar a sus casas.

En cualquier caso, Joan Goodchild señala seis meteduras de pata con las que un empleado o empleada podría perder su puesto de trabajo por un uso inadecuado de sus redes sociales:

1. Publicar comentarios negativos sobre la empresa: ¿Quién de nosotros no ha escrito alguna vez en Facebook o Twitter sobre el descontento que nos producen ciertas clases o profesores? Este hecho no tiene mayor importancia en este contexto (a no ser que el docente en cuestión sea nuestro follower), pero en el mundo laboral puede repercutir y mucho. Así que mejor no publicar este tipo de comentarios.

2. Defender a la empresa en una discusión online: Las intenciones pueden ser todo lo buenas que uno quiera, pero si no eres profesional de relaciones públicas...puedes meter la pata hasta límites insospechados.

3. Comentar asuntos confidenciales en medios públicos: Ninguna red social es 100% segura, y por mucho que configuremos la privacidad de nuestro perfil de una forma o de otra, Facebook puede cambiarla a su antojo (y no sería la primera vez que ésto ocurre) Así que, si es estrictamente necesario que hablemos de información empresarial privada, llamadita por teléfono o quedada para tomar un café, como se ha hecho durante toda la vida.

4. Fingir ser otra persona: Este es un punto que parece obvio, pero ocurre. Ya sea para participar en debates online sobre la empresa o por cualquier otro motivo, el sujeto en cuestión debe dejar claro su relación con la misma, y no aparentar ser quien no es.

5. Dar demasiada información sobre la vida privada: Fotografías, estados comprometedores, comentarios fuera de lugar...Un empleado que tenga publicado algo que refleje la borrachera que tuvo el fin de semana anterior, por ejemplo, corre el riesgo de recibir una amonestación o incluso el despido. Por no hablar de los que son candidatos a ingresar en una empresa o corporación, ya que sus acciones son vigiladas con lupa.

6. Publicar contenidos de mal gusto o posiblemente ofensivos: Si crees que esa foto que te produce tanta gracia podría ser vista con malos ojos por algún tipo de superior, mejor la cuelgas en tu cuarto.
En tiempos en los que todos estamos expuestos al escaparate de las redes (en mayor o menor medida), la identidad virtual que construimos y desarrollamos puede ser un impulso y un obstáculo para nuestra vida real. Pasarse el día actualizando el estado contando lo que piensas, lo que comes e incluso dónde estás, puede resultar contraproducente, sobretodo ahora que Internet es una fuente de información importantísima a la hora de conocer a los posibles futuros trabajadores de una empresa. Muchos directivos no tienen reparos cuando se trata de "espiar"a sus candidatos a través de la red, por eso es importante que nuestra identidad virtual también esté enfocada hacia un perfil laboral basado en la verdad, en la no tergiversación de los hechos, en la coherencia del comportamiento y en la confianza.

Irene Benlloch Cabiedas

Hablemos de comunidad.

Cuando hablamos de identidad digital no sólo nos debemos imaginar a una persona frente al ordenador. No es algo tan individualizado sino que debemos pensar en que miles de personas realizando la misma acción configuran una red que termina formando una identidad nueva.
Nuestra generación ve al alcance de su mano el hecho de encontrar personas con sus mismos gustos respecto al cine, a la música, al deporte, a los viajes, etc.  Sólo con teclear aquello que se cree único se encuentra una cantidad indeterminable de respuestas que coinciden con lo que el sujeto busca. Encuentra a alguien como él.
Hoy en día la necesidad de encontrar a nuestros iguales es satisfecha fácilmente y podemos encontrar foros y comunidades que traten cualquier temática por muy concreta que sea. En este post nos centraremos en las comunidades musicales.

En el año 2002 se funda en Inglaterra Last.fm, un portal musical que permite la interrelación de sus usuarios. Estos propios usuarios pueden editar el contenido de las páginas existentes y entre todos pueden añadir información sobre las bandas que admiran. De esta forma los individuos pueden tener acceso a un sinfín de datos que para ellos son casi necesarios. Al mismo tiempo, los usuarios pueden ver los perfiles de las personas registradas y saber lo que han escuchado, sus grupos favoritos y el portal mismo calcula la compatibilidad que se tiene con tales otros perfiles. También se puede seleccionar asistencia a eventos y por ello dar con personas con quien acudir a conciertos y recitales. Cuenta con más de 30 millones de usuarios de todos los continentes.

Otro de los grandes, Myspace, empezó más tarde, concretamente en el año 2003 pero se ha hecho con más de 120 millones de adeptos. En este portal también puedes conocer los perfiles de otras personas y contactar con ellas partiendo del los gustos musicales que se tengan. Además, en esta plataforma encontramos información sobre películas, televisión, eventos y famosos y saber lo que piensan los usuarios de estos temas. 


Ahora bien, a parte de esas grandes plataformas especializadas que acaban concibiéndose como redes sociales del montón, ¿hay algo más?. Queremos pensar que sí y por eso mostramos un par de ejemplos que recogen una identidad personal en proyectos virtuales comunes.
El primero de ellos se encuentra en la página web del grupo Standstill. Dentro de la parte llamada Creación Colectiva damos con el proyecto llamado Yo sólo necesito Cariño, Respeto y Atención ,  haciendo honor a uno de sus temas. La propuesta consiste en que aquellas personas que necesiten cariño, respeto o atención llaman a un número que aparece en la página web (hay uno para cada sensación) y en un mapa aparecerá una C, R o A donde se pueda escuchar el mensaje que ha sido dejado.
La página lo describe así:
"Acuérdate de que los tienes allí, y cuando estés en una situación que te haga sentir la carencia de uno de ellos, como si pidieras ayuda a un super-héroe, llama anónimamente a sus respectivo número y déjanos un mensaje en ele contestador. Solamente has de decir exactamente dónde estás en ese momento y el día y la hora que es.
Ejemplo: "Estoy en Almería, España, en medio de la calle, en el nº1 de la calle Mayor. Hoy es 1 de Enero y son las 12 del mediodía."


Este es uno de tantos ejemplos de que la identidad personal se plasma a través de una herramienta que utilizamos en nuestra vida cotidiana constantemente, Internet, mediante la expresión de las carencias de la vida real.


El segundo ejemplo lo encontramos en la página http://www.confesionesdeunartistademierda.com/confiesate .
En este caso, colaborar tiene premio y éste es la oportunidad de asistir a un concierto online de Iván Ferreiro. La participación no es mucho más compleja. Sólo hay que grabarse a uno mismo haciendo una pequeña confesión y las mejores se llevan el premio. Todos los vídeos se comparten en la página y de esa manera se puede conocer un poco mejor la identidad de los otros fans.
De esta forma, al igual que se hace con un blog personal, la gente desvela sus pequeñas intimidades y muestra su identidad real, en este caso poniéndola en común con todo aquel al cual Internet le brinda la oportunidad. Es importante saber que la identidad virtual en ocasiones puede suplir las carencias de la vida real o incluso ser un elemento usado más allá de la actividad digital.



Lucía Castillo Monteagudo

sábado, 15 de octubre de 2011

Metaversos: posibles escenarios para construir nuestra "second life"

No cabe duda de que las redes sociales son un vehículo decisivo a la hora de crear y desarrollar nuestra propia identidad digital, pero no es el único espacio cibernético que lo permite. En la entrada de hoy hablaremos del metaverso, término que probablemente no te suene en un principio pero que a medida que vayas leyendo sabrás reconocerlo. Porque...¿quién no ha jugado alguna vez a The Sims o a World of Warcraft?

Un metaverso es un espacio en tres dimensiones donde los usuarios (representados a través de avatares previamente creados por ellos mismos) pueden interactuar social y hasta económicamente en un soporte ciberespacial que emula el mundo real. Esta interacción puede estar orientada tanto al juego (World of Warcraft) como a aspectos sociales (Second Life) O, incluso, hacia una mezcla de ambos (The Sims) La aparición de estas simulaciones inmersivas ha permitido que la interacción en la red pueda incorporar el cuerpo virtual como forma de expresión de la identidad digital.

Quizás el ejemplo más concluyente de estas nuevas "realidades" virtuales sea Second Life. Creado en 2003 y desarrollado por la compañía Linden Lab, este metaverso permite que sus usuarios (conocidos como residentes) establezcan relaciones sociales entre ellos, participen en diversas actividades, exploren el mundo virtual que Second Life les ofrece e, incluso, que comercialicen con determinados bienes y servicios. Porque este metaverso no solo ofrece a sus usuarios la posibilidad de interacción, sino que va mucho más allá: las tierras, propiedades inmobiliarias y productos diversos que sean comprados por los residentes (con dólares Linden, la moneda oficial) podrán incluso generar ingresos reales.

A la hora de crear un avatar que nos represente a lo largo de la partida, disponemos de un amplio abanico de rasgos físicos y de vestuario. De nosotros dependerá el hecho de crear un personaje a nuestra imagen o semejanza, o bien un alter ego que proyecte la versión mejorada de uno mismo. De esta forma se inagura un mundo paralelo a la propia vida en el que cada uno es quien quiere ser, sin ningún tipo de norma que limite sus deseos más profundos. Second Life llegó a ser tan popular entre los usuarios de la red que incluso partidos políticos y empresas multinacionales (como Reebook, Microsoft o Coca-Cola) decidieron hacerse un hueco en esta simulación. Así, mientras en la calle más próxima aparecía una nueva oficina de Intel o Sony, un conocido político creaba su avatar y adquiría una segunda presencia en este mundo virtual. Es el caso de Gaspar Llamazares de Izquierda Unida o el de la delegación del Partido Popular en Castilla la Mancha. Por otra parte, y dejando a un lado el ámbito político y económico, Second Life también es usado con fines educativos. Por ejemplo, las universidades de Harvard y Oxford lo utilizan para la formación de sus alumnos, mientras que el British Council elabora cursos y actividades interactivas para enseñar inglés.

Pero ¿qué ocurre cuando llegamos a confundir el mundo virtual con el mundo real? Y no, no me refiero a que de pronto nuestro avatar de turno atraviese la pantalla del ordenador y logre suplantarnos, sino a que nuestras relaciones 2.0 y actividades 2.0 consigan ser más atractivas a nuestros ojos que el propio mundo físico y real. Estamos ante un problema, ya lo creo, y si no que se lo digan a Amy Taylor y David Pollard, protagonistas del primer divorcio virtual:

En Londres una pareja se divorció después de que la mujer se enterara que su marido había incumplido su voto de fidelidad conyugal, al tener una relación con una supuesta “prostituta” virtual. Los involucrados son Amy Taylor de 28 años y David Pollard de 40, usuarios adictos al metaverso que interactuaban más tiempo con sus álter egos, que entre ellos mismos. Aparentemente en uno de sus encuentros virtuales, Amy encontró a David en una posición comprometedora con otro avatar mujer y fue entonces cuando decidió pedir el divorcio. Lo más gracioso es que esta pareja británica se conoció a través de Internet en mayo de 2003, se casaron en julio de 2005 en la vida real y también celebraron su boda en Second Life. De hecho, la esposa sospechaba desde el 2007 que su marido le era infiel e incluso llegó a contratar a un investigador virtual para seguirlo.

Este ejemplo puede resultarnos hasta gracioso, pero no podemos negar que un affaire virtual que acaba en divorcio real es cuanto menos preocupante. Sin embargo, este no es el único caso que se ha dado por engancharse hasta límites insospechados a Second Life. Hace un año en el Festival de Sitges, Jason Spingarn-Koff presentaba su documental Life 2.0. La crítica apuntaba lo siguiente:

"¿Les suena de algo Second Life? Si desconocen este universo virtual que ha causado auténtico furor Life 2.0 les ofrece la oportunidad de ponerse al día. Si conocen esta isla en la que la gente vive bajo la apariencia de un vistoso e irreal avatar, el documental les permitirá penetrar en los secretos de este peligroso artilugio internáutico. Una mujer obesa que habita en un sótano y que vive en Second Life como la estilizada dueña de una línea de productos de lujo, un chaval que se hace pasar por una adolescente y una pareja que debe trasladar su relación virtual a la realidad son los protagonistas de este impagable documental"

El documental se construye intercalando las vivencias virtuales de Second Life con las que se dan realmente fuera de la red por parte de los protagonistas. Hasta Jason Spingarn posee su propio avatar, por lo que puede entrevistar a estos tres personajes tanto dentro como fuera de la red. Life 2.0 nos muestra cómo para algunos usuarios Second Life equivale a una segunda oportunidad, a una forma de superar ciertos problemas proyectándolos en un mundo ficticio, y va mostrándonos la evolución de los entrevistados a lo largo del tiempo. Una evolución que va desde la decepción a la aceptación, hasta su inversa, pasando también por una fase de satisfacción.

No he podido encontrar el trailer subtitulado de Life 2.0, pero se muestra bastante bien qué es lo que quiere conseguir Jason Spingarn con este tipo de narración. Da que pensar que estas situaciones tan extremas se den en la vida real. Cómo un mundo de ficción virtual pueda llegar a proporcionar más satisfacción en el usuario de turno que la que podría conseguir con un empleo o relación reales.



Y vosotros, ¿qué opináis del tema?

Irene Benlloch Cabiedas

Herencias Digitales

Anoche, mientras navegaba, encontré una curiosa noticia: Británicos dejan en su testamento su "herencia digital." La noticia hablaba de como al morir, y perder el control sobre sus propiedades digitales, ya empezaba a haber gente que dejaba en su testamento las contraseñas de acceso a varios sitios de Internet, con la idea de que se preservara lo que un día había conformado su identidad digital, y los posibles restos de valor que dejara por la red.

Así, los testamentos contienen contraseñas de perfiles en redes sociales, contraseñas de cuentas de Spotify o Evernote, o datos de acceso a cuentas de PayPal con activos disponibles. De esta manera, la persona al morir, no dejaría nada de valor que se quedara sin utilizarse, pues el que reciba la herencia de una cuenta de PayPal podría acabar de gastarse el dinero que contiene, ser el propietario de una cuenta premium sin finalizar de cualquier servivio online, quedarse con las canciones descargadas desde servicios como iTunes, o administrar las fotos de la persona que se ha ido.


Nuestra identidad digital toma cada vez mucha más parte en nuestra vida, y nos hace quienes somos, por ello, Facebook nos permite desactivar una cuenta de alguien que ha fallecido, pero perderíamos las fotos que ahí se almacenan, por lo que al dar la contraseña a alguien querido, éste podría rescatar las fotos antes de ser borradas. En un mundo en el que los álbumes de fotos físicos ya casi no se utilizan, esto podría permitirnos conservar la memoria de esa persona a la que tanto queríamos y recordarla más tarde.

Investigando más sobre el tema, encontré un servicio con el ánimo de ayudar a la gente a realizar estos repartos de "herencias digitales", se llama iCroak y permite administrar nuestros activos digitales una vez muramos de forma que vayan a parar a quien queramos. Es un servicio de pago anual, al que tendrían acceso los "guardianes" de nuestra herencia una vez muramos, al habérsele enviado un nombre de usuario y una contraseña para poder desbloquear el acceso a los activos que le toquen, pasándo a ser él el propietaro de los mismos. Libros, música, fotos, que se encuentran en la nube, o cuentas en videojuegos online no se perderían para siempre al no tener acceso a ellas.

Es una idea muy interesante, y con mucho sentido pues es verdad que cada vez nuestras pertenencias pasan a ser más digitales que físicas, y si mueres y nadie más sabe tus contraseñas, dejarías cosas en las que has gastdo dinero en vida (al igual que en las físicas) desaparecidas, por no tenerse acceso a ellas.

¿Vosotros que opinaís? ¿Dejariáis a vuestras personas más queridas vuestro legado digital? ¿O preferirías que se perdiera el acceso al mismo para siempre?


Eugenio Ponz Pelufo

domingo, 9 de octubre de 2011

¿Son Facebook y Twitter una paso hacia la libertad y la pluralidad en la red?

Desde el inicio de la Web 2.0, se comienza a hablar de las redes que los usuarios conforman en Internet a través de distintos medios.

Una de ellas es el tipo de red distribuida, representada por la blogsfera, en la que los blogs, además de tener permitir una participación de los usuarios en los comentarios de cada post, pueden abrir nuevos hilos de conversación con otros blogs creando debates entre ellos, abiertos a cualquier proposición o debate paralelo al principal. Este tipo de red permite que los filtros mediáticos desaparezcan y aparezcan nuevas opiniones y puntos de vista. Aquí se da lo que se llama lógica de la abundancia, pues se esta abierto a cualquier idea.

Otro tipo de red es la descentralizada, en la que los usuarios, pueden participar de distintas formas en sitios web en los que esta participación es necesaria para que se dé el desarrollo de la misma, un ejemplo es Wikipedia o Menéame. El problema surge cuando estas particpaciones no se dan y se suman al conocimiento colectivo, sino que para que sean efectivas y de confianza, tienen que aprobarse o revisarse, aplicando así a todos los individuos el mismo corte y las mismas reglas en cuanto a como actúan, y la misma forma de comunicarse con ellos, según un valor "universal". De esta forma, se premia a los usuarios más participativos y estos ganan un estatus que les da cierto poder e importancia, que les pone por encima de los otros individuos, valorándose más su forma de pensar o los contenidos que ellos agregan. Esto es lo que se llama principio de generación de escasez.

David de Ugarte lo explica así:

"El problema central de muchos servicios que suelen identificar a la web 2.0 es la generación de escasez: elegir un único output igual para todos los usuarios, por muy democrático que sea el proceso, no puede resultar sino frustrante, ya sea en una enciclopedia virtual o en un sistema de selección de titulares.
La verdad es que el máximo de satisfacción de todos y cada uno se obtiene cuando todos y cada uno obtienen una respuesta personalizada. Más segmentación, más libertad, más satisfacción.
Y mucho me temo que eso es aplicable absolutamente a cualquier sistema de selección y agregación de contenidos o gustos"

Como ejemplo pone un video muy interesante y entretenido que lo explica con la teoría de la "salsa de espagueti Campbell"






Finalmente, llegamos a la red centralizada, en la que los usuarios se relacionan entre ellos a través de algo que se lo permite, como una red social, los ejemplos más claros los tenemos con Facebook y Twitter. El individuo puede demostrar quién es y como és a través de lo que comparte con los demás, ya sean ideas o fotos. En Facebook, uno puede diseñar su identidad a través de la adhesión a distintos grupos para reafirmarse en sus ideas y para darlas a conocer a los demás. Esto, marca gravemente el sistema ideal de red, en el que los individuos debaten y razonan sus ideas pudiendo así evolucionar hacia otras, reafirmarse en las que ya tiene, o desecharlas completamente al darse cuenta de que lo que pensaba no es del todo bueno, pues se crea una cultura de la adhesión, en la que el grado de compromiso con una idea es mucho menor, pues simplemente se le da a un botón, y esta idea pasa a ser parte de su identidad, sin ni siquiera plantearse sinceramente lo que puede significar. En vez de permitir nuevas identidades que pueden mejorar al individuo, estanca las que ya existen. 
En Twitter el ejemplo va más allá, donde las ideas que se comentan, aunque en apariencia sean las que a cada uno le vengan en gana según lo que piense y de acuerdo a su identidad, se rigen a través de la agenda pública marcada por los medios, pues se comentan las cosas más importantes de cada día (o momento incluso), potenciadas por los Trending Topics. Esto hace que para poder tener relevancia en la red necesites hablar de estos temas, aunque no se correspondan con tu identidad.

En este momento, nos encontramos en un punto en el que la última de las redes es la predominante, e incluso desde la cual, se crítica a las demás, como la distribuida, en la que como hemos visto, la libertad es mayor y en la que la identidad digital de cada individuo, pueda llegar a mejorar y ser más realista y exacta con la identidad de cada uno, al permitir la reflexión, y no la simple adherencia sin compromiso a conceptos e ideas que pueden no ser fieles a la identidad de los usuarios.

Eugenio Ponz Pelufo

viernes, 7 de octubre de 2011

"Nadie es en realidad tan feo como en su DNI...

...ni tan guapo como en su foto de perfil"
Decíamos en la primera entrada que una identidad digital se fragua dependiendo de los "pasos" que uno dé en el ciberespacio. Pasos en forma de comentarios en foros, de interacción en alguna red social, o en forma de entrada en nuestro blog personal. Sin embargo, y como ya podemos imaginarnos, la idea que uno transmite a través de Internet no siempre depende de sí mismo (ni es la acertada o deseada) La red, pese a que nos proporciona numerosas ventajas y comodidades, también puede jugarnos malas pasadas en cuanto a identidad digital se refiere (tema que abordaremos más adelante)

Sin embargo, de nosotros SÍ depende el primer paso, ya que el hecho de tener una identidad en el mundo físico no implica poseer una identidad digital, sino que ésta ha de crearse y gestionarse. En el momento en que nosotros decidimos registrarnos en Facebook o crearnos una cuenta de Google para poder comentar en el blog de algún amigo, ya hemos abierto la puerta hacia la virtualidad. También dependerá de nosotros la imagen más superficial que transmitamos en la red, la primera impresión que suscite esta nueva identidad.

Así pues, tendremos dos opciones a la hora de empezar a construirla: o bien mostrar una imagen real de nosotros mismos (con una página de perfil cuidada y verídica, ya sea para utilizarla con fines laborales o simplemente para existir en la red); o bien aprovecharse del anonimato que brinda Internet para crear una identidad parcial o completamente distinta a nuestra realidad verdadera, con objetivos muy diversos. Es decir, cada uno de nosotros podremos elegir si deseamos tener o no una identidad digital que coincida con la física, o bien modificar ciertos rasgos como la edad, el género o las características físicas y psicológicas de la misma.

En cualquier caso, nosotros somos los que decidimos la imagen que nos permitirá ser visibles en la red. Escogeremos un nombre concreto (ya sea el nuestro propio, uno ficticio o un nick que nos agrade), una fotografía que nos identifique (o no) y una serie de datos de todo tipo. Si abrimos una cuenta de Facebook, por ejemplo, el simple hecho de unirse a un grupo u otro irá perfilando la imagen que el resto de usuarios tenga de nuestra persona. Así pues, un sujeto que forme parte de "Dios, devuélvenos a los Beatles y te daremos a los Jonas Brothers", no se sentirá identificado con aquellos que se unan a "Levanten la mano los Biebers si están orgullosos de Justin". O, cambiando de tercio, probablemente los dientes de los miembros de "Tortura, ni arte ni cultura" rechinarán al ver el grupo "Yo también defiendo al Grupo Intereconomía TV" en el perfil de algún contacto...y así sucesivamente.

En definitiva, los usuarios y sus nuevas identidades digitales mostrarán, en primera instancia, "una personalidad construida a partir de categorías y atributos sociales estandarizados con los cuales modelará su presentación online, creando una imagen que lo representa"

Diseñar un avatar, escoger la foto que usaremos como principal y adaptarla a una página de perfil de ciertas características, son acciones que definen nuestro "Yo" virtual más superficial y que a su vez constituyen la parte más importante y decisiva de nuestra "presentación en sociedad" Porque sí, señores, tanto si optamos por mostrar nuestra imagen genuina en la red, como si preferimos permanecer en el anonimato, la primera impresión es la que más cuenta. Como si de un juego de seducción se tratase, y más si nuestro objetivo es reclutar a numerosos followers con nuestro Twitter o al tipo que más veces le dé a "Me gusta" en nuestras publicaciones de Facebook. Ahí va un ejemplo: Probablemente, si os toparais con estos sujetos vía Facebook, no sentiríais unas ganas irrefrenables de agregarlos a vuestra lista de contactos...¿Pero quién de nosotros/as no ha pensado "Qué tipos más originales e ingeniosos, me los pido para Reyes"? Sí, quizá esté exagerando un poco, pero el "mal" ya está hecho: Jason, Jon y Tamara han conseguido meterse en nuestras retinas con un diseño innovador durante al menos unos segundos.


La identidad virtual está sujeta a la valoración de los demás, y más cuando ésta se construye en una red social. Que estas tres personas hayan conseguido atraernos con una sencilla composición fotográfica significa que su identidad virtual más superficial ya ha sido configurada de forma positiva o negativa (dependiendo de los gustos de quien mira, claro) Para bien o para mal los tres han conseguido un lugar en la red, y por lo tanto, las fases de Participación y Valoración Social están más que superadas. ¿Pero qué ocurre con las de Reputación y Credibilidad? Esa ya es otra historia...


Irene Benlloch Cabiedas

El incordio de lo alternativo.

- A @indiescabreados ahora les ha dado por tacharlo todo de Casual.
- ¿Qué es eso de @indiescabreados?
- Buena pregunta.

Todo el mundo duda de quién o quiénes se esconden detrás de la cuenta de Twitter que cuelga del revés a toda la escena pop, rock e indie nacional e internacional. Tienen incluso tiempo para cargar contra los actores y aquellos con más actividad en las redes, que son quienes lo pagan. Hablamos de Macarena Gómez, Mario Casas o Julián López entre otros. 
Este personaje virtual acosa constantemente a Lourdes Hernández, más conocida como Russian Red. Retuitean a diario a Nacho Vidal y a Dani Martin. Tienen palabras de desprecio hacia Manos de Topo, Ellos, Lori Meyes, Coldplay, Bloc Party y Oasis y sin embargo hacen referencias constantes a sus canciones indicando que son buenos conocedores de lo que critican. El líder de Los Planetas es un objeto de mofa continuo y su extraña pronunciación queda plasmada en la transcripción de sus temas vía tweet, que siempre van en mayúsculas. ¡Ni las salas de conciertos, ni los festivales pueden escapar de sus menciones siempre con sentido peyorativo!  Las tribus urbanas son clasificadas día a día diferenciando lo hipster, lo indie, lo casual, los complementos asociados a cada una, lo que está de moda, la música que va con cada tipo.


Sólo Joe Crepúsculo parece ser el único que se libra de los comentarios ofensivos y es impuesto como un gurú.  Incluso han inventado varias secciones como #OUTFITCABREADO que se dedica a despotricar de los horribles conjuntos que ellos mismos muestran en fotos o "¿Y AHORA QUÉ PREPARARÁ DAMON ALBARN?" 


Cuentan con aproximadamente 5000 seguidores en Twitter y no sólo de esta red social viven pues en Facebook también pueden ser encontrados aunque cuentan con un perfil mucho más discreto. Desde luego, no dejan indiferente y por cada seguidor topan con algún tipo de amenaza o insulto que se atreven a retuitear. Además de recibir respuesta vía Twitter, en el blog en el que han participado alguna vez (Indiespot.es) también han recibido respuestas a su ácida forma de expresarse.


Se sabe que son de Barcelona y que no se pierden ni una sesión de IndiespotDJs (de la redacción del blog musical), con los cuales han colaborado en tres ocasiones: http://indiespot.es/2011/07/09/indiescabreados-1-el-fichaje/

Clasificar pues estilos de música acostumbrados a leer su lenguaje (aunque en sólo 140 caracteres) hace que en ocasiones sea algo difícil la comunicación con las personas que no conocen este fenómeno social. Se acaban por desarrollar términos que difícilmente conocen otras generaciones. Se crea una jerga de la red que no puede ser compartida ni con las personas de nuestra edad que no están tan sumamente familiarizadas con páginas de internet que exalten figuras de este propio universo, el virtual. Aquí podríamos jugar con el ejemplo de una de tantas reflexiones acerca de los gafapasta y de que ahora las no-gafasdepasta son las nuevas gafasdepasta,como dirían ellos mismos.
@indiescabreados son sólo un ejemplo de tantas otras personas que crean una identidad virtual que acaba haciéndose conocida a nivel nacional ya que las redes sociales permiten una actividad anónima, ficticia, que llega a millones de personas y que juega con el diálogo. Es fácil criticar de una forma tan abierta cuando tu identidad personal no queda al descubierto.


Lucía Castillo Monteagudo

domingo, 2 de octubre de 2011

Identidad Digital en el día a día

Con el gran uso que hacemos en nuestras vidas de nuestra Identidad Digital, ¿es posible que ésta se esté empezando a asociar a nuestra Identidad no Digital?

Es algo que estamos comenzando a ver día a día por todas partes, la gente ya no te identifica tal y como eres, con lo que digas o hagas delante de ella, sino que tu marca virtual, siempre va por delante. Sobretodo, como comentábamos en la entrada anterior, cuando tus conocidos (o no) tienen parte de tu vida al alcance de un click debido a las redes sociales. Ya no eres tú mismo tal y como eres, o como te comportas, sino lo que unas fotos o un comentario den a entender a cada persona.
Lo mismo se puede aplicar a como te comportas en un foro con los demás, donde esconderse tras una apariencia, o sacar la verdadera es tan fácil como comenzar a postear.

Y no creamos que esto solo nos pasa a nosotros por habernos expuesto sin pensarlo (o pensándolo) y dando una imagen nuestra que bien puede que sea la real, o puede que no, a figuras a la vista de cualquiera por su presencia mediática o relativa relevancia, también les pasa.

En unos casos, puede ser cuestión de publicidad, como vimos el 22 de septiembre en su partido contra el F.C. Barcelona la acción que organizó el Valencia C.F. que llevó como patrocinador principal en la camiseta, no a una empresa importante de automóviles, o de ropa deportiva, sino ¡su Twitter! Aquí vemos, como es importante, incluso en una asociación deportiva, gestionar una identidad digital que les mantenga en contacto con los aficionados en cualquier momento y para estar al servicio de sus dudas si hace falta en algún momento, a la par que informa sobre lo que sucede en el club. Gracias a esto, la cuenta de Twitter del equipo, consiguió más de 2000 seguidores en una sola noche.



Otro caso que se ve desde hace poco, es el que sucede en el programa de Antena Neox, Otra Movida, en la cabecera del mismo, en lugar de salir los nombres de cada presentador a su lado cuando ellos aparecen, lo que aparece es su cuenta de Twitter. De esta manera, vemos como para el programa y sus presentadores, es de buen ver, que cuantos más seguidores consigan en una red social en la cual lo importante es seguir personas que te interesen sin necesidad de feedback ninguno, más cuidada tendrá que ser su identidad digital y así conseguir más seguidores, y principalmente, más televidentes pues si lo que escribe en twitter es divertido ¿por qué no el programa? Y a la inversa.






De esto intuimos perfectamente, como cada día, nuestra Identidad Virtual cobra más y más importancia en nuestra vida, pues también es parte de nosotros, aunque no esté a la vista en cualquier momento de nuestras vidas.

EUGENIO PONZ PELUFO

sábado, 1 de octubre de 2011

¡No te metas a mi Facebook!

Con el desarrollo de las redes sociales y la aceptación de estas como herramienta fundamental para la vida cotidiana se pierde el miedo a publicar datos con mayor o menor relevancia. Cuando configuramos cualquiera de nuestras cuentas estamos constituyendo nuestra identidad virtual con aquello que decimos o bien ocultamos.

 Algo tan nimio como pueda ser nuestro nombre puede ganar importancia cuando una persona a la que no conoces te llama por él porque lo ha leído en alguna red social. No pasa sólo con el nombre, pues es sólo el principio. Con los datos que se publican en un perfil se puede saber edad, estudios de una persona, experiencia laboral, amigos en común e incluso gustos de todo tipo, ya sea por los musicales como "Sidonie" o por los de deportes como"Hacer vida social en pijama". 
Es algo rocambolesco pensar que alguien a quien no conoces de nada puede saber cuál es la última canción que has escuchado en Spotify sólo por el hecho de entrar en una página tan común como Facebook, al alcance de millones y millones de personas. Los datos no se almacenan en algún sitio medianamente desconocido, sino que páginas de consulta diaria o continua prácticamente que se instauran como una necesidad en la sociedad de hoy.

 ¿Es posible delimitar esa información? Por supuesto que sí. Cada portal da opción de modificar la privacidad de un perfil al antojo del usuario pero no siempre es tan fácil. Pese a que se tenga una cuenta cerrada a cal y canto, en las cuentas de los amigos aparecerán del mismo modo contenido tal como las fotos etiquetadas y los comentarios que se han dejado en otros perfiles. 
Por otro lado queda la cuestión de la cantidad de amigos que se van generando al tener una cuenta durante mucho tiempo, así como antes pasada con Messenger. Actualmente quienes reúnen 700 contactos, y sólo tratan con un 10% de ellos, saben que están exponiendo su vida privada. Eso sí, anima muchísimo recibir 300 felicitaciones de cumpleaños de gente que te recuerda el día que una página web así lo indica.

La red no es un lugar tan seguro como pensamos pero a diferencia de antes, no parece sorprender reconocer a gente por la calle por tener algún amigo en común o ser reconocido del mismo modo. Nos hemos amoldado al hecho de que la información esté al alcance del teclado.  Hasta la industria musical reflexiona sobre esto:



Lucía Castillo Monteagudo