Hace unos días salió la noticia de que el twitter @NanianoRajoy (aquel que parodiaba al dirigente del Partido Popular) había sido cerrado por petición del equipo del susodicho. Es curioso que Lucía nos hablara en entradas anteriores sobre #AvatarMariano y todo lo que había sucedido antes para llegar hasta ese trending topic, y más curioso aun que ambos casos vengan de la mano del equipo de Mariano Rajoy. No se trata de posicionarnos contra un color u otro, pero dado el control político que estamos viendo en las redes sociales con motivo de las elecciones del 20N, es necesario volver a abordar este tema de nuevo. Como muchos de vosotros sabréis, el pasado 11 de noviembre el equipo de Mariano Rajoy presentó una queja en Twitter con motivo de la cuenta @NanianoRajoy. La red social no se hizo esperar y cerró la misma ante la indignación de muchos twitteros, que vieron este suceso como un acto de censura en toda regla. A través de múltiples comentarios (#freenaniano, de hecho, fue tema del día en Twitter) exigieron su reapertura en pro de la libertad de expresión, e incluso a lo largo de los días siguientes comenzaron a crear nuevas cuentas con nombres parecidos como @NanianoReturns, @NanianoRajoy2, @MarainoRajoy o @MairenaRajoy, que continuaban parodiando al dirigente y pedían que volviera el Naniano original.
¿Estamos ante un ejemplo de censura? Totalmente. Recordemos que Twitter, frente a los posibles casos de suplantación de la identidad, acepta las parodias a un perfil siempre que quede claro que se trata de una identidad falsa: "Si no fuera evidente a través del perfil que es una broma, será considerada como usurpación de identidad no paródica" Pero en este caso, el tono satírico de la cuenta era totalmente apreciable a primera vista, y no podemos olvidar que en Twitter existen un sin fin de cuentas similares dedicadas a otros personajes públicos de la realeza, política y farándula que nunca antes han sido cerradas.
Debido a este suceso, Eduardo Baeza (miembro del Gabinete Ejecutivo de Presidencia del PP) dijo lo siguiente a través de su cuenta: "Claro que hay reclamación, pero después es Twitter quien investiga y decide o no cerrar una cuenta"
Como vemos, el equipo de Rajoy se lavaba las manos ante esta decisión, pero el mal ya estaba hecho: Twitter se había posicionado equivocadamente violando así sus propias normas de suplantación de identidad. Sin embargo, es cuanto menos preocupante que dos meses antes la red social rechazara una petición del Ministerio de Sanidad que pedía la clausura de las cuentas que hicieran apología de la anorexia o la bulimia. Twitter alegó que quería "preservar la libertad de expresión" Da que pensar ¿verdad?
Irene Benlloch Cabiedas
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